Pienso que el uso de simulaciones en clase puede tener sus ventajas y desventajas. Por ejemplo, los simuladores de los laboratorios de química. Por un lado pueden hacer ahorrar tiempo (en cuanto a la preparación del material) y dinero, así como también pueden permitir que el alumno pueda repetir la cantidad de veces que desee un experimento con la posibilidad de reveer su errores y corregirlos. Sin embargo, por otro lado evitan la posibilidad que tiene el alumno de tener contacto con los materiales y de desarrollar sus habilidades en el manejo de los mismos.
El uso más rico de los simuladores en la enseñanza considero que podría ser el de complementar a la práctica real. En este caso podrían ser útiles para afianzar lo ya aprendido previamente en la práctica, reviendo lo ya realizado en el laboratorio sin tener que "ir" al mismo.
Por ejemplo, en la materia en la cual me encuentro como docente, Fisicoquímica, se podría presentar un caso en USINA de elaboración de una droga farmacéutica a partir de la valoración de los parámetros termodinámicos de la reacción que le da origen, evaluando entre otros factores la temperatura de síntesis y la fuerza iónica del medio de reacción, y se podría evaluar luego evaluar a partir de parámetros cinéticos si esa droga va a ser o no estable en el tiempo. De este modo podría ser un ejercicio útil para integrar conocimientos vistos a lo largo de la materia.
En este contexto las simulaciones serían elementos útiles que permitirían relacionar y afianzar conceptos logrando así un aprendizaje significativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario